El concepto de tiempo siempre ha sido un tema fascinante para la humanidad. Desde tiempos antiguos, las diferentes culturas y religiones han tratado de darle sentido a este fenómeno. En la cosmología judía, el tiempo es visto como algo sagrado y una bendición divina. Este artículo explora el concepto de tiempo en la religión judía y su relación con la creación y la historia.
Según la cosmología judía, Dios creó el mundo en seis días y descansó en el séptimo día, el Shabat. El tiempo, por lo tanto, se convierte en un elemento fundamental en la creación del universo. El libro del Génesis detalla los seis días de la creación del mundo, no como un relato científico, sino como una narrativa poética que representa la relación entre Dios, su creación y la humanidad.
El primer día fue dedicado a la creación de la luz y la oscuridad. Dios creó la luz y la separó de la oscuridad. La luz representa la presencia de Dios y la oscuridad representa el mal. La luz del primer día es un símbolo de la luz sagrada que guía a los judíos en su vida diaria.
En el segundo día, Dios creó el firmamento, el cielo y una separación entre las aguas de la tierra y las del cielo. Esto representa la separación entre lo material y lo espiritual.
El tercer día fue cuando Dios creó la tierra seca, los mares y la vegetación. Dios también creó árboles frutales y otros tipos de plantas. Esto representa la importancia de la naturaleza, que se considera una manifestación de la gloria divina.
En el cuarto día, Dios creó el sol, la luna y las estrellas. Dios colocó estas luces en los cielos para gobernar el día y la noche, y marcar los tiempos y las estaciones. Esto representa la importancia del tiempo en la vida humana, que se mide por los movimientos del sol, la luna y las estrellas.
El quinto día fue cuando Dios creó los peces, las aves y otras criaturas acuáticas. Esto representa la creación de la vida en la tierra y la importancia de la diversidad en el universo.
En el sexto día, Dios creó los animales y los seres humanos. Dios creó a los seres humanos a su imagen y semejanza. Dios también les dio el mandato de gobernar la tierra y ser sus administradores. Los seres humanos tienen el papel de cuidar la creación divina y proteger el medio ambiente.
En el judaísmo, el tiempo también es visto como algo cíclico. El ciclo anual se define por las fiestas judías, que están estrechamente relacionadas con los acontecimientos históricos significativos, como la liberación de Egipto y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí.
Rosh Hashaná marca el comienzo del año judío. Se celebra en el primer y el segundo día de Tishrei, el séptimo mes del calendario judío. Este día también se conoce como el Día del Juicio, cuando Dios juzga a la humanidad y decide su destino para el próximo año.
Yom Kipur es el día más sagrado del año judío. Se celebra en el décimo día de Tishrei, una semana después de Rosh Hashaná. Es un día de ayuno y arrepentimiento, cuando se pide perdón a Dios por los pecados cometidos durante el año.
Sucot se celebra en el 15 de Tishrei, una semana después de Yom Kipur. Es una fiesta de la cosecha que conmemora la peregrinación de los judíos por el desierto después de salir de Egipto. Durante esta fiesta, se construyen cabañas temporales para recordar los tiempos en los que los judíos vivían en chozas mientras viajaban por el desierto.
Janucá se celebra en el 25 de Kislev. Es una fiesta de ocho días que conmemora la victoria de los judíos contra el ejército griego que trató de imponerles su cultura. Durante esta fiesta, se encienden velas en la menorá para recordar la victoria y el milagro de la luz del aceite que duró ocho días.
Pésaj se celebra en el 14 de Nisán. Es una fiesta que conmemora la liberación de los judíos de la esclavitud en Egipto. Durante esta fiesta, se come matzá, pan sin levadura, para recordar el éxodo de Egipto.
Shavuot se celebra en el 6 de Siván, siete semanas después de Pésaj. Es la fiesta que conmemora la entrega de la Torá en el Monte Sinaí. Durante esta fiesta, se lee el libro de Rut y se come lácteos, que representa la dulzura de la Torá.
En resumen, el concepto de tiempo en la cosmología judía es fundamental en la creación del universo y en la historia judía. El ciclo anual de fiestas judías marca el paso del tiempo y conmemora eventos históricos importantes. El tiempo también es visto como una bendición divina y se considera sagrado en el judaísmo. El conocimiento de este concepto puede ayudar a los judíos a comprender la profundidad de su religión y su conexión con la historia y la creación divina.